Los solsticios son los dos puntos
en los que la órbita de la Tierra tiene esta mayor inclinación con respecto a
los rayos solares, marcando así el inicio de las estaciones de invierno y
verano. Aquí se genera la apariencia de que el Sol, en una parte del año, está
por debajo de la Tierra, mientras que en la otra parte del año parece estar por
encima, y los solsticios son los dos momentos en que parece estar "más por
encima" y "más por debajo"
Para quienes vivimos en el
hemisferio sur, entre el 21 y 23 de junio es el solsticio de invierno (inicio
del invierno), y entre el 20 y 22 de diciembre es el solsticio de verano
(inicio del verano). Para quienes viven en el hemisferio norte sucede a la
inversa
Los solsticios han sido
celebrados por todas las culturas ancestrales de la historia. Griegos, Romanos
o Celtas celebraban con verbenas, música y danzas que incentivaran a las
fuerzas de la naturaleza, para influir en el destino próximo inmediato, tener
buena suerte, un buen amor, o pedir salud y prosperidad a dichas fuerzas
naturales. Para los Griegos ésta fecha estaba destinada al culto del dios Apolo
al que tributaban con procesiones de antorchas pidiéndole que no dejase en
tinieblas a su pueblo, creían que la magia del Solsticio abría las puertas de
lo incógnito y por un breve lapsus el hombre podría gozar de los privilegios de
los dioses; de ahí la leyenda Griega de poder traspasar los espejos o visitar
mundos paralelo.

Los Incas conocían perfectamente
este fenómeno y durante ese día realizaban una gran ceremonia religiosa llamada
Inti Raymi, donde se agradecia a la tierra por las cosechas realizadas y se
volvía a sembrar pidiendo al dios Sol, que sea bondadoso con la siembra.
Se tiene referencias que en el
norte del Perú, en el monte Chankillo exactamente, han encontrado un
observatorio donde está marcado el desplazamiento anual del sol, y bien marcado
los solsticios de invierno y de verano. También es necesario precisar que la
cultura inca conocía muy bien los meses
del año, divididos en 12 meses de 30
días cada mes, y por ejemplo al mes de enero lo conocián como Atun Pucuy,
Febrero como Pacha Puco, el mes de Junio Papa allai mita pacha que significaba
tiempo de cosechar la papa.
En la selva peruana, esta
celebración fue llevada por los conquistadores como una fiesta cristiana de
origen pagano dedicada a San Juan. Es decir que se celebraba el solsticio
encendiendo hogueras para darle “más fuerza al sol”, y que esto tenia una
acción purificadora a quienes lo observaban. Aunque la fiesta de San Juan se
celebra el 24 de junio difiere con el el
solsticio que siempre está entre el 21 y 23 de junio, y pareciera que no haya
relación alguna pero esto no es así, puesto que siempre se encienden hogueras y
esto es un indicio de que esta celebración se originó en la celebración del
solsticio, además se sabe que este fenómeno de ver al sol quedarse como “suspendido”
dura varios días y es el día 24 que comienza a elevarse.
En Arequipa recientemente se ha encontrado
una serie de rocas que están alineadas indicando el solsticio de invierno y
tienen una antigüedad de 500 a.c.
Para la masonería, desde siempre
estas fechas han significado una importancia vital en su razón de ser. Si bien
para la orden no representa la siembra y la cosecha, pero en forma simbólica
representa el fin de un periodo y el comienzo de otro. En sentido figurado se
asemeja a la siembra y cosecha. Es el día donde se renuevan las logias, donde
se cambian a las autoridades que regirán el destino de ellas. También es
necesario mencionar que por su influencia cristiana, la masonería tomó a los dos Juanes como sus patronos,
representado por la imagen del dios Jano, donde una cara mira al futuro y la
otra al pasado. Otro dato importante es que la masonería moderna que es la que
practicamos ahora, tiene su fecha de
fundación en Londres, un 24 de Junio de 1717. Y no es una coincidencia.
Ivo Pino Ramos
Excelente investigacion.
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