Al referirnos de la tan famosa
Estrella del oriente, que se relaciona con los aspectos históricos de la
Navidad y con la vida de Jesús, podemos decir que les sorprenderá saber que la
ascensión inesperada de una estrella en el Este, no es un fenómeno
extraordinario, y ha sucedido antes y después de los tiempos de Jesús.
Astronómicamente dichas estrellas se denominan helíacas. Son las que salen por
el Este poco antes de la salida del sol. No se perciben a simple vista por el
día o por la noche. Los antiguos egipcios, especialmente, observaban el ascenso
helíaco de Sirius, la estrella fija más brillante. Estos sabios de la
antigüedad determinaron que el intervalo entre uno y otro ascenso helíaco de
Sirius era poco más de trescientos sesenta y cinco días, aproximadamente un
año.
